● Ruinas de Chan Chan: Este sitio arqueológico está ubicado 5 kilómetros al noroeste de la ciudad de Trujillo, exactamente en el valle de Moche. En su estructura se distinguen plazas, viviendas, depósitos, talleres, calles, murallas y templos piramidales de lo un día fue parte del imperio Chimú. Sus enormes muros están profusamente decorados con relieves de figuras geométricas, estilizaciones zoomorfas y seres mitológicos. El recorrido por el sitio arqueológico se complementa con la visita al museo de sitio.
● Huacas del Sol y de la Luna: Complejo ubicado al sur de Trujillo, representó la capital de la cultura Mochica. La huaca del Sol se destaca por tener templos que fueron supuestos y construido en diferentes períodos, en su plataforma superior se levantan una seria de salas decoradas con figuras humanas. La huaca de la Luna conserva interesantes pinturas murales de 5 colores (blanco, negro, rojo, azul y amarillo), los cuales fueron obtenidos de minerales, y relieves donde se puede apreciar la divinidad moche llamada Ai apaec o el dios degollador.
● Plaza de Armas: Es el epicentro del centro histórico y monumental de la ciudad. En su perímetro se encuentran la Catedral y el Palacio Municipal de Trujillo, esta plaza es el lugar perfecto para pasar una tarde cálida y conocer un poco más de la ciudad. El 29 de diciembre de 1820 fue escenario de la proclamación de la independencia por José Bernardo de Torre Tagle, siguiendo la disposición del libertador José de San Martín.
● Monasterio El Carmen: Compuesto por un templo y un convento de dos claustros, el monasterio El Carmen es uno de los mejores conjuntos arquitectónicos de la ciudad. Tiene una pinacoteca que alberga una importante colección de aproximadamente 150 lienzos, en su mayoría de los siglos XVII y XVIII. En este monasterio también destacan lienzos de la escuela quiteña y flamenca.
● Huanchaco: Es el balneario más visitado de la ciudad de Trujillo. Huanchaco es famoso por los caballitos de totora que se sitúan en las orillas de su playa y que aún son usados para la navegación y la pesca. Los pobladores vienen siguiendo esta tradición desde la época de los mochicas y chimúes. El fuerte oleaje de Huanchaco lo convierte en uno de los destinos de surf más queridos de Perú.